Enfocarse en lo que importa.

Prácticamente nunca comento nada en redes sociales, me limito a enseñar mi trabajo y a promocionar mis cursos. Sin embargo, hace pocos días y seguramente por el aburrimiento o por aquello de la dignidad profesional, dije basta. A riesgo de caer en la trampa del algoritmo o de salir escarmentado, hice un brevísimo comentario en un reel de Instagram que ha tenido bastante éxito.

El reel pertenece a un fotógrafo con miles de seguidores, que se promociona dando consejos técnicos de una forma provocadora. El influencer decía lo siguiente: "Si estás usando este botón de la cámara para enfocar tus imágenes, la estás cagando" y entonces seguía con su consejo, o sea, utilizar otro botón para hacer lo mismo. Como he explicado, después de arquear la ceja, decidí escribir un comentario en tono irónico pero muy claro: "¡Oh no! ¡Llevo 25 años cagándola!". No pretendía que el asunto llegara a lo personal porque no conozco de nada a ese fotógrafo y de hecho, él hizo un comentario respetuoso y yo le volví a responder en tono amistoso. Ahí quedó la cosa. Me ha sorprendido que este comentario haya gustado tanto y eso me ha hecho reflexionar sobre varias cuestiones que afectan a la forma de entender mi profesión:

“ Ser puntual, responsable, eficiente, profesional, creativo,

asequible y empático en mi trabajo, no se configura

en ningún botón de la cámara”

¿Ya han pasado 25 años desde que empecé? Pues sí, y todo ha cambiado muchísimo, aunque lo que importa, no. Nunca he escatimado con el equipo que utilizo para mis trabajos, necesito que sea eficiente y que de calidad. No me ha importado invertir si sé que podré dar un mejor servicio a mis clientes. Pero eso no es lo más importante ni de lejos. Ser puntual, responsable, eficiente, profesional, creativo, asequible y empático en mi trabajo, no se configura en ningún botón de la cámara. Tener los conocimientos técnicos para afrontar infinidad de retos en mis sesiones y dar un valor añadido en la creatividad o en la edición, no es un consejo que simplemente te vayan a dar en un reel de treinta segundos.

Las redes sociales lo están distorsionando todo. Nos estamos dejando llevar por el ruido que generan y no atendemos a lo que verdaderamente importa, que precisamente está fuera de las redes. Yo las uso y lo seguiré haciendo, aprovechándome de ellas y de la oportunidad que me dan para promocionarme, pero no todo vale. Que tengas miles de seguidores y de likes, en la mayoría de casos no significa nada y si te dedicas a crear polémica, al algoritmo le gustará mucho, pero no sé cuantos clientes te aportará.

Yo empecé enfocando con el anillo manual de la óptica de mi cámara. Cuando tuve una autofocus lo hice con el botón de disparo a medio pulsar y en raras ocasiones lo he hecho con un botón específico. Nunca he entregado una foto con el motivo desenfocado a mis clientes, a quienes, por cierto, no les importa como enfoco.

En conclusión, creo que el principal reclamo de un profesional de la imagen debería ser su porfolio y su forma de trabajar. Evidentemente, hay que ser bueno en lo que uno hace y eso se consigue a base de estudiar y de los años de experiencia, pero de nada te servirá todo esto si no te enfocas en lo importante: dar un gran servicio a tus clientes.

Siguiente
Siguiente

Charla sobre fotografía profesional al atardecer.